Imaginación y color en la decoración.
Componentes de la cultura popular, otros salidos del cómic y mucho color, caracterizaron a las manifestaciones salidas del art pop que irrumpió a mediados de la década de 1950. Y muchas de las características que hacen distintivo a este estilo pueden ser traspasadas a la decoración de espacios, dejando volar la creatividad y alejándose de los patrones más clásicos.
La clave es el contraste de colores. Puedes ocupar como base el blanco o crudo en las paredes y usar un tono fuerte para algún elemento clave de la habitación como el cubrecama, el sofá del living o las sillas del comedor.
Complementar con mesas auxiliares redondas y alfombras con coloridos patrones geométricos son también opciones pop.
Si quieres ir más allá, puedes ser más literal y colgar láminas o posters con reproducciones de las obras art pop más conocidas, como las de Andy Warhol o Roy Lichtenstein.
No olvides que el colorido de este estilo también lo puedes encontrar en platos, vasos, maceteros y en aparatos de línea blanca, como refrigeradores, tostadores y microondas.
La idea es que los colores no compitan entre sí y sumen estética y energía a tus espacios.
¿Te atreves?